Se cumple un nuevo aniversario de aquel 11 de abril de 2002, cuando la historia del país se dividió en dos: un antes y un después. El saturado clima de polarización tomó escenario, y hasta la fecha, ni el Gobierno ni la oposición han logrado sentar las bases de un verdadero diálogo Lea: Cicatrices de Abril 2002
El pasado viernes, la juez Marjorie Calderón sentenció a tres comisarios de la Policía Metropolitana y ocho funcionarios de ese cuerpo a penas de entre 17 y 30 años de cárcel, al hallarlos culpables de tres de los 19 homicidios ocurridos el 11 de abril de 2002, durante los hechos violentos suscitados en los alrededores del palacio de Miraflores.
Sin embargo, a siete años de esa fecha, muchas interrogantes todavía invaden la memoria de los venezolanos. Fueron 19 muertos y 65 heridos pero apenas hay seis condenados por una justicia que a cuentagotas trata de enmendar la impunidad reinante de los hechos, que marcaron la ruptura y restitución del hilo constitucional.
En tres días, los venezolanos fueron testigos de la salida del presidente Hugo Chávez, la toma de un nuevo gobierno -a cargo del entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga-, y luego el retorno de Chávez a Miraflores.
Para algunos, fue un golpe de Estado. Para otros, se trató de un vacío de poder. En lo que todos coinciden es que el 11-A le permitió al Gobierno adelantar el proyecto socialista de una forma más abierta.
"A partir de la llegada del Presidente nace otra historia", afirma el gobernador del estado Anzoátegui, Tarek William Saab a El-Nacional.com. El año 2002, a su entender, implicó una maduración del proceso revolucionario: se profundizó la alianza cívico-militar y se sembró en los seguidores del Presidente una mayor conciencia socialista frente al sentir antiimperialista, dada a la supuesta participación de Estados Unidos en los sucesos.
Para Saab, si no hubieran ocurrido los sucesos del 11, 12 y 13 de abril, es difícil que la revolución hubiese "llegado tan lejos, como hasta ahora, porque eso significó el despertar de una conciencia mayor a la que se tenía".
Se tradujo en el crecimiento de una polarización política que fue ganando terreno. Se profundiza la plataforma internacional, sobre todo la Latinoamericana, mayor unión con Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. Se inició la recuperación de espacios de poder. Le permitió al jefe de Estado "deslastrarse" de los promotores originales que le hicieron presidente en 1998.
Según explica el politólogo Ricardo Sucre Heredia, los factores conservadores, militares, académicos, empresariales -que para Chávez constituían un peso- comenzaron a separase del gobierno, cuando empezó a demostrar sus tendencias socialistas cubanas. Aunque para el diputado Luis Tascón, la verdadera razón es que comenzó un proceso de decantación porque hasta la fecha el proceso revolucionario estaba infiltrado. "Luis Miquilena dio el salto para irse a la oposición", comentó.
Más ácido:El Nacional
Tienes un merecido premio que puedes recoger en
ResponderEliminarhttp://birmaniafree.blogspot.com/2009/04/premio-11-de-abril-2009.html
Saludos