lunes, 28 de septiembre de 2009

LIbertad para Julio Cesar Rivas

El Tribunal 37º de Control de Caracas ordenó dejar en libertad al estudiante Julio César Rivas según informó el abogado Alfredo Romero. Indicó que este mismo lunes se apersonará en la sede de la OEA donde más de 50 jóvenes mantienen una huelga de hambre desde el pasado jueves.

El oficio Nº 1558 de 2009, con fecha del 28 de septiembre del mismo año ordena la libertad del joven recluido en la cárcel Yare III. Gonzalo Himiob, representante legal del joven, señaló que Rivas Castillo se encuentra en compañía de la doctora Tamara Suju y se presentará en las próximas horas en Caracas.


Mas ácido: Globovisión

Presos políticos se unen a la huelga de hambre

Los comisarios Lázaro Forero (PM), Iván Simonovis (ex secretario de Seguridad Ciudadana de la alcaldía Mayor), Juan Guevara (caso Danilo Anderson), Eligio Cedeño (caso Microstar) y los periodistas Gustavo Azócar y Leocenis García decidieron este domingo unirse a la huelga de hambre para apoyar a los 32 estudiantes que se mantienen frente a la sede de la OEA.

El abogado Alfredo Romero, a través de su cuenta en Twitter, informó que las esposas de los presos políticos que se encuentran detenidos en la Disip, así lo dieron a conocer.

A esta hora son ya 50 los estudiantes en huelga de hambre, 32 en Caracas y 18 en Valencia. Sin embargo, esta cifra podría aumentar en los próximos momentos pues en varias cuentas en Twitter se informa de nuevas sumatorias a la acción.

Por su parte, el también abogado Gonzalo Himiob, quien se desempeña como defesor del estudiante Julio Rivas, desmintió en Twitter que haya decidido sumarse a la huelga.

"No estoy sumado a la huelga de hambre. No podría pues me fue encomendada la labor de ser mediador de los huelguistas. Desmiento el rumor" acotó.

La situación esta mañana

A los 27 que se encontraban en esta acción hasta la mañana de este domingo se les unieron Javier Martucci, secretario general de la Federación del Centro de Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar y otros tres compañeros de estudios.

Martucci dijo que en Venezuela se violan los derechos de los ciudadanos por atreverse a pensar diferente y exigió a la Defensora del Pueblo presentarse personalmente en la sede de la OEA para conocer de cerca la situación.

Mas:El Nacional

sábado, 19 de septiembre de 2009

Asesinado ingeniero para robarle su vehículo en San Bernardino

Esta es la historia de miles de Venezolanos...unos nacidos en Venezuela ,otros nacidos en el alma de ella... No se que tiene que pasar, no que cuantas cosas terribles tienen que suceder, no se que quiere el gobierno de la gente (buena y no tan buena), no se que esperan los padres de sus hijos, no se que esperan los "maestros de hoy en día de sus alumnos, lo que si se ,es que agradezco a la vida todos los días por haberme dado la oportunidad de levantar a mis hijas en un país donde si mueres es por muerte natural y no por un animal que te quita la vida por que no tiene ninguna clase de valores... el ser humano ya no es NADA en Venezuela,es lamentable, que la gente caiga día a a día en las calles y avenidas de las ciudades y e régimen insista en decir que es solo una sensación...que vaina he de imaginarme que los amigos de este muchacho y los padres tiene la sensación de que alguien falta en casa, con todo mi respeto mi sentido pesame... a todas las famlias que estan de luto en un país totalmente al revés...


El ingeniero en sistemas Olindo Julio Agostino De Ciccio (26), fue asesinado en San Bernardino, por unos delincuentes que intentaron despojarlo del carro que conducía, un Toyota Corolla año 96, propiedad de su abuelo.

Vivía en Colinas de Bello Monte, y el jueves salió con unos amigos. A la una de la madrugada le dio la cola a un amigo que andaba con su novia y fue a dejarlos cerca de la entrada de Galipán.

Yo le dije, cuídate que la calle no es segura. Me respondió, no papá, yo voy para el CCCT. Luego fue a San Bernardino y me lo mataron. Aquí es difícil que se haga justicia”, dijo el constructor italiano Olindo De Ciccio, cuando esperaba los restos en la morgue de Bello Monte.

Al constructor lo acompañaban varios amigos, le daban apoyo, lo abrazaban y lloraban con él. Constantemente recibía llamadas a su celular, de personas que le manifestaban su solidaridad.

Yo estoy aquí esperando y su madre está en la casa, llorando igual que yo. Era la única razón para quedarme aquí, ahora ya no tengo que quedarme. Hace años le dije para irnos y me contestó ‘este es mi país, tengo que quedarme y luchar por él”.

El joven se graduó en la Universidad Central de Venezuela hace cuatro años, en la especialidad de redes. Recibió dos disparos, uno de ellos de ejecución, en una oreja.

Cuando el señor De Ciccio llegó de Nápoles, hace 36 años “me enamoré de este paraíso terrenal. No había país más lindo que éste, pero ya no es un país, es un infierno.

Aquí llegó soltero, se dedicó a la construcción, se casó y nació su hijo, unigénito, “por el que luché tanto”.

El constructor ha sido víctima del hampa en seis oportunidades, siempre para robarle la nómina de pago de sus trabajadores. Tenía una constructora, pero “este gobierno me la quitó y ahora vivo pensionado”.

En dos oportunidades lo asaltaron a punta de pistola, una vez le dispararon “pero me salvé”. Otro día lo dejaron atado y amordazado en el sótano de una quinta que estaba construyendo en La Lagunita, y permaneció seis horas inmóvil.

Este es el drama de vivir en un país donde no se enseña respeto por el ser humano, se habla de tanta cosa, discursos políticos que no sirven de nada, esta es la realidad”.

El vehículo Toyota fue hallado, chocado, y lo remolcaron al Cicpc de Simón Rodríguez, para someterlo a experticias.

lunes, 14 de septiembre de 2009

"Los museos venezolanos no existen"

Sandra Pinardi, jefa del Departamento de Filosofía de la Universidad Simón Bolívar, lo advierte: tendrá un verbo drástico al hablar. Incluso se disculpa. Pero no se puede callar. Ella sabe por qué algunos creen que la cultura es peligrosa: reflexionar, proponer, pensar, exponer es un peligro ideológico para cualquier gobierno.

"La cultura es peligrosa porque te haces preguntas, te propones problemas, te empuja a la reflexión. Por eso, evidentemente, dejar que un curador haga una reflexión acerca de la producción plástica venezolana, por ejemplo, o que un artista realice un planteamiento independiente, no conviene. Por eso hay silencio", afirma quien fuera profesora del Instituto Universitario Armando Reverón.

-¿Qué tipo de gobierno es capaz de silenciar la cultura de un país?

-Históricamente los gobiernos que han silenciado dramáticamente la cultura son los que sienten que pensar, reflexionar, indagar o preguntar es un peligro. Probablemente los gobierno autocráticos, autoritarios. O los gobiernos muy fuertes, con muchas pretensiones autoritarias o gobiernos muy débiles que se sienten constantemente amenazados. En todo caso, no sería un gobierno de inclusión. Siento que a cualquier gobierno le encantaría silenciar un poco la cultura.

-¿Cómo definiría a los museos venezolanos?

-Creo que los museos venezolanos hoy en día no existen. ¡No existen! Un museo no es un edificio ni un conjunto de asignaciones presupuestarias. Tampoco es un grupo de personas que van todos los días a cumplir una función. Especialmente en Venezuela, el museo ha sido y fue una institución generadora de expresiones artísticas. Era un espacio vivo, que sí tuvieron miles de defectos. Pero ellos se convirtieron en los espacios de producción cultural. Si lo miras en este sentido, sabes que no hay museos hoy en día. No tienen ningún tipo de proposición para la cultura del país. Son lugares sumamente muertos.

-¿Un museo puede ser socialista?

-Toda acción tiene tendencia política. En este sentido, una despolitización de los museos me parece... ingenua. Me parece también ingenuo pensar que un museo puede ser elitesco, oligarca, socialista o autocrático. Son instituciones que albergan políticas culturales. Las políticas pueden ser socialistas o no, pero los museos no. Por eso creo que el gran problema del Ministerio de la Cultura y de la Fundación Museos Nacionales es esa inmensa ingenuidad con la cual han planteado los problemas culturales del país. También tienen un problema con el planteamiento de la identidad, que quizás sea el único elemento que se puede entender de la política cultural venezolana. Pero la identidad se afirma recuperando la memoria, la historia, haciendo énfasis en la pluralidad, la diversidad. Ellos no han logrado producir nada, porque son inmensamente reductivos, ideológicos, excluyentes.

-¿Pero una de las banderas culturales es la inclusión?

-La bandera tiene que ver con deudas, más que con inclusión. La bandera es: los que no han tenido voz deberían de tenerla. El problema es que la realización ha sido un silenciamiento, porque no tienen voz ni unos ni otros. Hay mucho resentimiento, mucho qué cobrar. Creo que los museos han sido tan importantes para eso que los han acallado, silenciado y convertido en una ruina. Los museos no están arruinados porque en el Alejandro Otero no funciona el ascensor o porque en el de Arte Contemporáneo se inundaron las bóvedas. Está arruinado básicamente porque no existen.

-¿Eso es sinónimo de destrucción, de silencio? si antes entrabas a los museos ¿ahora no vas a entrar?

-No es que no te quieran dejar entrar, es que te voy a obligar a ver lo que yo quiero que veas. El problema es la destrucción. Se han destruido las instituciones en general. Creo que ese fue el gran impulso inicial de todo el problema chavista: deshacer para rehacer. Lo que pasa es que no pudieron pasar de deshacer, porque no tenían ningún proyecto.

-¿Esa destrucción que buscó construir se debe a que los museos eran elitescos?

-Los museos en algún sentido, por definición, son elitescos. Están allí para resguardar de alguna manera los objetos emblemáticos producidos por la cultura en un área específica. Al contrario de lo que uno pudiera pensar, el museo venezolano no es un museo típico. Especialmente en los últimos años, en la Cuarta República, no se dedicaban a la memoria, ni al resguardo. Eran museos dedicados a la producción, en ese sentido, fue muy poco elitesco. Si ves la cantidad de jóvenes, de escuelas, de proyectos iniciales de cosas no consolidadas que se presentaban eso dice que no era elitesco. Eso no quiere decir que todos pudieran exponer allí. Hay selecciones, curadores. Pero la destrucción de los museos no viene por eso. Viene, primero, por la inmensa ineficiencia de los directores, que no sabían ni siquiera qué hacer. Segundo, por una gran dosis de malestar y resentimiento. Tercero, en toda la política cultural venezolana, en los últimos 10 años, hubo una anulación de las artes plásticas, en un sentido político. Cuarto, el pensamiento rural de confundir popular con tradicional. Es una dualidad falsificada, ideológica y que en el fondo ha destrozado la cultura. Quinto, la política cultural revolucionaria de Venezuela es absolutamente colonialista. Reinscribe los principios fundamentales del colonialismo: existe una cultura popular y otra elitesca; o que la identidad nacional tiene que ser con los aborígenes. En este sentido la destrucción no ha sido sólo de la institución sino también de la cultura del país.

-¿Cómo afectó a los museos la creación de la Fundación Museos Nacionales?

-¡Los mató, los mató, los mató! No sabría las razones. Pero la centralización y la burocracia, lo arruinó todo. Creo que a las personas que les encargaron la Fundación fueron incapaces de llevarlo acabo. A lo mejor como idea pudo haber sido posible. Pero era mejor su autonomía. ¿Porque en el fondo qué hace la Fundación Museos Nacionales? Anula cualquier posibilidad de proyecto, investigación e ideas. Lo que ha hecho es ejercer un poder ideológico y no gerencial.

-¿Con qué comparan hoy en día a los museos venezolanos?

-No tengo idea. Creo que con nada. Un museo venezolano en estos momentos no es un museo. No es un edificio, no es una nómina del personal. Es un conjunto de eventos de acciones, de hechos. Y en ese ámbito, ni el Alejandro Otero, ni el de Arte Contemporáneo ni la Galería de Arte Nacional son un museo actualmente. Sí son unos espacios de exhibición, por decirlo de alguna manera, de algunas obras que pertenecen a la colección.

-Los museos eran las escuelas de artistas, curadores, investigadores. ¿Dónde se formará la generación de relevo?

-¡Esa escuela la recuperaremos! A mí me parece dramático que en estos momentos la situación de los museos sea así. La red de museos es una ruina y eso inquieta. Lo terrible es que la Fundación haya sido tan absolutamente ineficiente como para ser capaz de desarmar la red de museos nacionales.

-No solamente no se realizan exposiciones, sino que hasta la infraestructura está pasando factura también...

martes, 8 de septiembre de 2009

Debates. El lugar donde perder el trabajo asusta, pero perder la libertad asusta más Así son los medios de prensa en la Venezuela chavista

El lugar donde perder el trabajo asusta, pero perder la libertad asusta más Así son los medios de prensa en la Venezuela chavista La periodista de UNO Medios recorrido diarios,canales y radios de la nación caribeña y cuenta lo que vio .


Viste ropa de fajina, conforme venga el día una chaqueta verde militar al estilo del Che o una camisa rojo Chávez. Cultiva el desaliño de aquellos que se pretenden bastante más allá de la consideración ajena. Todos los días, un ratito antes de las 23, llega a Venezolana de Televisión dispuesto a disparar con su desenfado ante lo que se le cruce.

Con el estilo provocador y revulsivo de un Fernando Peña y la ideologizada estructura de pensamiento de un Luis D’Elía, Mario Silva, es el más vistoso y controvertido de los escuderos mediáticos del Presidente Chávez. Una suerte de Baby Etchecopar de la Revolución Bolivariana pertrechado con munición gruesa para contraatacar cualquier atisbo opositor.

Su programa La hojilla, que se emite a diario por la televisión estatal, nació hace cuatro años bajo el slogan “rasgando el velo mediático”. En estos días tempestuosos mutó hacia un más directo “confrontando con terrorismo mediático” en clara referencia a los medios a los que el gobierno ya no les concede, ni siquiera, el lugar de la oposición política democrática. Todas las noches Silva contrapone con brutal frontalidad todo lo que se haga y diga en otros medios que no cuadre con el discurso oficial.

Chávez puede viajar tranquilo por el mundo, Mario está aquí, a diario, cuidándole el relato revolucionario. Todo lo que se haga y diga en otros canales pasará por su implacable “hojita de afeitar”.

Del Valle Canelón, la periodista “todo terreno” de Globovisión, conoce de la filosa desconsideración de Mario. Le ha dedicado más de una diatriba desde su pantalla de la trasnoche. Justamente a ella a quien desde hace una semana llaman “Miss Valentía” tras haber quedado rodeada por varias decenas de efectivos del cuerpo de elite de la Policía Metropolitana cuando pretendía registrar un audio en una marcha de protesta sin que esto le hiciera bajar por un segundo el micrófono. Los policías no se atrevieron a acatar la orden de sacarla de escena ante la actitud persistente de esta muchacha enfundada en un chaleco antibalas y con una máscara antigas en la cabeza. Visto por TV, una escena tan inenarrable como ridícula que seguramente alguien ya subió a internet.

“Esto sólo pasa...”
Carla Angola, otra de las conductoras de la pantalla venezolana también conoce de las “delicadezas” de Silva. No sin perder el humor ella le tiró provocadores besitos y arrumacos televisivos cuando una noche tomó su transmisión del aire y la puso en la pantalla oficial para retrucar a sus invitados no precisamente oficialistas. Un momento inmortalizado en YouTube bajo el título: “Esto sólo pasa en la TV venezolana”.

Maripili Hernández no es precisamente “Miss Simpatía” pero supo ser “Miss Venezuela”. El tiempo y los avatares del periodismo y la política endurecieron sus rasgos pero también consolidaron su temple. Hoy a diario presenta batalla desde su trinchera en Unión Radio.

Es uno de los cuadros más sólidos con los que cuenta la Revolución en el vapuleado espectro radioeléctrico, al punto que Lina Ron, la activista que lideró la fuerza de choque que copó Globovisión en el pasado mes de agosto la promovió en celestinaje para desposarla con Chávez, gestiones que no parecen haber prosperado, al menos por el momento.

Años atrás directora del canal oficial, Maripili sobrelleva ahora una convocatoria de cacerolazo en su contra tras haber justificado el ataque a golpes de 12 periodistas de la Cadena Capriles por parte de un grupo de exaltados dispuestos a expresarse a las trompadas.

Marco Antonio Ruiz, periodista del diario Últimas Noticias es uno de los que vivió en carne propia la golpiza mientras repartía con sus compañeros un volante que consignaba 10 noticias que no podrán publicarse sin sufrir represalias directas una vez que entre en vigencia la controvertida Ley de Educación. Últimas noticias es un diario cuya portada siempre deja contento al Presidente. Su director Eleazar Díaz Rangel es un hombre de buena llegada al gobierno pero que después del ataque no dudo en titular pidiendo el fin de tanta violencia.

Quien sí podría ser Miss Venezuela es la conductora de noticias de Venezolana de Televisión. Alta, bella y muy segura de sí misma, esta morocha impactante sostiene que su tarea cotidiana en el noticiero estatal consiste en defender al presidente Chávez de la manipulación informativa de Globovisión. En la mesa de noticias el objetivo cotidiano está claro para todos: hay que desarticular cada “matriz” conceptual que emitan los golpistas del latifundio mediático.

Pedro Luis Flores es el conductor de noticias de Globovisión.
Él siente que ya se pone muy difícil escapar a esta polarización en la sociedad y en los medios. Para Pedro, 10 años ininterrumpidos de la cantinela que divide y separa entre ricos y pobres, blancos y negros, buenos y malos fue creando un muro que cuesta traspasar. Esto es especialmente así para los que a diario tienen que comunicar lo que pasa y pretenden hacerlo con equilibrio y veracidad.

Cree, no obstante, que hay que intentarlo. Pero el ejercicio cotidiano de tratar no quedar acorralado en una de las dos fracciones en que esta partida la sociedad es cada día más complejo y desgastante.

“Yo no conozco un solo ni-ni” nos confía Pedro Pablo Peñaloza, periodista político de El Universal, no conozco a alguien que “ni sea chavista ni antichavista” explica antes de recomendarnos que nos cuidemos mucho por la calles de Caracas. La inseguridad y la inflación son las principales preocupaciones de los venezolanos. Según los datos oficiales 13.200 personas murieron a manos de la delincuencia en el último año. Pedro Pablo cree que ahora Chávez viene por los periodistas, por todos y cada uno de los que no se alinean con los contenidos oficialistas.

Ley resorte. Tras la sanción de la Ley de Responsabilidad Social de la Radio y la TV, conocida como Ley Resorte, las cosas se complicaron. Las severas sanciones que contempla la ley para medios y comunicadores disciplinó a muchos. Dos de las grandes cadenas de TV, Venevisión y Televen alinearon sus contenidos y tiraron por la borda a sus periodistas más prestigiosos y creíbles. RCTV resistió y al poco tiempo su licencia no le fue renovada. Globovisión sigue en el aire nadie pensando que cada día puede ser el último.

El intento de imponer una “Ley de delitos mediáticos” con penas de entre uno y cuatro años de prisión para los periodistas que difundan informaciones que a juicio del gobierno de turno deformen la realidad hizo sonar todas las alarmas. La Ley no pasó pero la sensación de inseguridad, persecución y sobresalto puso a los periodistas en estado de máxima alerta.

“Chillan porque estamos democratizando los medios” se jacta el Chávez mediático y dicharachero desde su “Alló Presidente”. Desalojados de sus radios, los periodistas de las treinta y cuatro emisoras que perdieron sus licencias prefieren hablar de “totalitarismo mediático”. De un lado y del otro, definiciones extremas, cargadas de connotaciones bélicas.

La oposición política denuncia estar frente a un amenazante “pelotón de fusilamiento judicial” y la verdad se escurre acorralada por el temor a la represalia directa.
Luis José Uzcategui, en su libro El miedo en Venezuela sostiene que la recurrencia de un tono amenazante y coercitivo en el discurso oficial va llevando a vivir en una “miedocracia”.

Perder el trabajo, el sustento, la integridad física y la indemnidad judicial asusta pero, para muchos, hoy perder la libertad asusta mucho más.

Visibilidad
En la Venezuela de estos días, en la que muchos idolatran a Chávez porque no los sacó de pobres pero les devolvió la visibilidad, otros tantos temen que en nombre de la defensa de el socialismo del siglo XXI se arrase ese insumo básico de la vida en democracia: la libertad de expresión. Son los mismos que se preguntan cuanta pérdida de libertades se puede tolerar sin que a uno le lleven puesta la dignidad.

Las pantallas de televisión arden
En la tevé, obtener una versión ponderada de lo que pasa es un ejercicio desquiciante que conduce al agobio.

En Venezuela las pantallas arden. Uno no alcanza a entender cómo los plasmas no se derriten con la infernal temperatura que ha alcanzado el debate político-mediático en los últimos días.

Peligrosamente desaparecen los grises, los matices. Ahora sólo quedan los unos y los otros, nosotros o ellos, los Escuderos de la Revolución Bolivariana encarnada por el Comandante Hugo Chávez o los apátridas agentes del imperialismo.

Tratar de obtener una versión ponderada de lo que realmente pasa es un ejercicio desquiciante que conduce al agobio. Por lo pronto hay que armarse de un control remoto.

En la primera línea de fuego Venezolana de Televisión, la televisión pública, y Globovisión, la cadena privada que resiste en un bunker casi artillado. Dos contendientes en un ring mediático. El director de esta última camina por las paredes de su despacho rezando que este día que corre no sea el último de su canal. Sus periodistas se aferran a la mística tras haberse recuperado del brutal sofocón que sufrieron cuando un grupo de 20 motoqueros armados irrumpió en la planta y tras reducir a la custodia disparó cartuchos de gases en la Redacción y los estudios.

En Venezuela la redacción trabaja sin pausas. Emiten noticias todo el día. Los productores y redactores dicen tener como principal objetivo desarticular “minuto a minuto” la “matriz ideológica” que dispara el “terrorismo mediático” de los medios opositores.

En Globovisión, entre tanto, los cronistas se calzan chalecos antibalas y máscaras antigas para salir de cobertura. La pantalla del canal parece una trinchera de la resistencia.
Tras la andanada que descargó sobre la radio y la TV venezolana hace ya cinco años la ley “Resorte” que desalentó las posiciones independientes con severas sanciones y quitas de licencias los cuatro “jinetes del Apocalipsis” desaparecieron del espacio: Venevisión y Televen subordinaron sus contenidos, RCT TV resistió con fecha de vencimiento. Su licencia no le fue renovada y Globovisión quedó sola y acorralada. Es ahora el “Llanero Solitario”.

La Conatel cerró 34 radios con argumentos administrativos y evalúa el status de otras 200. Los medios públicos venezolanos emiten sin tregua ni pausa defendiendo la Revolución Bolivariana, el socialismo del siglo XXI, saturando las pantallas de spots de formación política.

En los cortes comerciales de la tevé privada, entre avisos de jabón en polvo y leche descremada se emiten hasta la exasperación los artículos constitucionales que resguardan esa libertad que hoy está en riesgo: la libertad de expresión.


Mónica Gutierrez
Enviada especial de UNO Medios