EN LA ESCUELA DE ARTE Y OFICIOS LOS TOMISTAS INICIARON SUS PROPIAS INSCRIPCIONES
Fecha de publicación: 15/08/2007 El grupo perteneciente a la Juventud Revolucionaria en Marcha, que ingresó abrupta mente a la escuela Bolivia Tovar, iniciaron ayer un proceso de inscripciones.
Todas las puertas están cerradas con cadenas y los tomistas se comunican con radios de alta tecnología. Para inscribir a una persona le exigen una planilla especial, repartida en su sede original, incluso si ya estaban inscritos antes de la toma. Como recibimiento se ve una pancarta que reza "Con Chávez todo, sin Chávez plomo"
"La escuela de Arte y Oficios Bolivia Tovar está blindada". Así lo expresaba una señora mayor que miraba resignada la pancarta que, a los lejos, proclama "Con Chávez todo, sin Chávez plomo", colocada en la entrada de la institución desde el pasado sábado, cuando un grupo de ciudadanos identificados con la organización Juventud Revolucionaria en Marcha ingresó en forma abrupta a las instalaciones y las mantienen tomadas, incluso se conoció que pernoctan allí.
Desde el día de ayer, se colocaron avisos en las cercas de la escuela en invitación a las inscripciones, proceso ya realizado por la anterior dirección y sus alumnas. El proceso con horario de lunes a viernes, entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde, es totalmente controlado por el grupo de tomistas y los instructores, mientras el ingreso es restringido.
La condición para efectuar las inscripción de los alumnos es buscar una planilla especial en la sede principal de la Juventud Revolucionaria, ubicada en la calle 25 entre 18 y 19. Sólo con la presentación de tal documento se permite el ingreso de los jóvenes. El acceso a la prensa también está restringido.
En una visita realizada por el equipo reporteril de EL IMPULSO se pudo comprobar esta realidad. Al llegar y solicitar a los líderes de la acción, sólo se obtuvo como respuesta "tienen que esperar afuera, porque no se encuentran y no tiene hora de llegada". Posteriormente, se preguntó al joven que vigilaba la puerta los motivos que le impedían dejar entrar a los medios, a lo que respondió con un severo "yo cumplo órdenes".
La presencia de los reporteros fue inmediatamente comunicada por los equipos de radios (de alta tecnología) que poseen los tomistas apostados en las puertas, quienes procedieron a reforzar las puertas con cadenas y candados. Fue imposible obtener una versión por parte de ellos.
El muchacho mencionado también comentó que estas reacciones se deben a una presunta "arremetida" que sufre la organización desde su ingreso a la escuela, debido a la "nueva imagen" dada al plantel. Mientras tanto, un grupo de alumnas, adultas mayores, esperaban afuera por alguna información sobre su estatus actual.
Confusión y rabia
El grupo de señoras apostadas en la puerta de la escuela se mostraron indignada por la actitud de los nuevos ocupantes de la escuela, parte de su vida durante muchos años. Todas se negaron a dar sus nombres de completos por temor a represalias en su contra.
La señora María lleva cinco años en estudio de costura avanzada y calificó a la escuela como una segunda casa, pues allí también se recibía ayuda espiritual y se formaban lazos de amistad perdurables.
-Yo estaba en mi casa, feliz por mis vacaciones y emocionada con la idea de recibir mi certificado, ahora no se que va a pasar con eso. Sólo nos dicen: si quieren estudiar, deben buscar la fulana planilla, pero no entiendo el motivo. Todos los alumnos ya estaban inscritos.
Tengo 62 años, dijo, varios de ellos aquí en mi querida escuela y ahora, me siento frustrada por la situación, me siento excluida por no poder entrar libremente como antes, porque allí no se atendía a gente rica, sino a las mujeres del pueblo.
"Nuestra escuela era famosa por brindar una educación para el trabajo con calidad, no se excluía a nadie por su edad o su grado de instrucción. Simplemente, nos recibían y podíamos distraernos de las agobiantes labores del hogar".
Para la señora Ana, la idea de no ingresar a la institución también resulta muy penosa y dijo sentirse nerviosa por hacer algo indebido que moleste a los ocupantes.
"Esto nos cayó como un baño de agua fría y me dan ganas de llorar al ver la forma en que nos impiden la entrada, como si fuéramos personas malas o peligrosas. Sólo queremos un apoyo en este caso. Ahora sí hay exclusión, porque nuestra solicitud es estudiar con tranquilidad y, al parecer, nuestra inscripción quedó anulada".
Todas las presentes coincidieron en la necesidad de analizar las condiciones de esta escuela y por qué se les impide el ingreso. Aseguraron que los tomistas contradicen los mandatos del presidente Hugo Chávez al negar un derecho a personas de la tercera edad.
También trascendió que varias de las alumnas ya inscritas pagaron una colaboración por el orden de los diez mil bolívares para su nuevo año, los cuales fueron depositados en una cuenta bancaria y exigen saber qué pasará con tales fondos. Jaimet Cristina Prato