domingo, 10 de junio de 2007

Desesperación y soledad

"Los estudiantes se ve que están alertas al no caer en la bufonada preparada en la AN" El hombre está que trina. El pueblo, mi-pueblo, no aparece. Sólo existe una brigada móvil transportada que se ve apremiada por un fuerte estímulo material para que acompañe al César en sus cada vez más desabridos delirios sobre la tarima, a falta de Chimborazo. No quiere decir que el monarca caribeño no tenga apoyos, sólo que el entusiasmo se derrumba. Un síntoma inequívoco de la soledad es esa sensación de que los tapones se le vuelan, cuando dice que los llamados a la paz de los estudiantes son, en realidad, sibilinas invocaciones a la guerra. De tal modo que, si se convoca a la confrontación, es porque hay golpismo; si se invoca la paz y la no-violencia es porque hay un golpismo peor, de esos que ha descubierto el semiólogo que asesora a Willian Lara; es un golpismo in-péctore, imaginario, incorpóreo y letal. La vocación al ridículo que demuestran los jerarcas es sólo comparable a un cierto temor que les trepa por las canillas y se les instala en sus almitas redentoras. La sucesión de "cadenas" es puro, claro y simple miedo.

Oleadas. Se decía que el país estaba apático. Sin embargo, todo cambió de repente. La vibrante energía estudiantil que recorre las calles ha tomado a más de uno por sorpresa. Artistas, periodistas, profesores, estudiantes, jóvenes al por mayor, caminan allá afuera. Dónde estaban -se preguntan los analistas- y se ensayan respuestas de altísima sociología; al parecer, no estaban bajo las piedras, ni idos ni ausentes; estaban allí, confundidos con el paisaje, en reposo, hasta que penetraron el silencio. Así son las luchas de las sociedades. Por oleadas. Allá lejos, en 2001, comenzaron los trabajadores petroleros; vinieron otros sectores, se movilizó la clase media, el empresariado y más núcleos de trabajadores. Las organizaciones gremiales, sindicales y empresariales; los medios. Los partidos políticos. Súmate y el movimiento ciudadano. Unos, primero, otros después.

Más áciso: ND Carlos Blanco

No hay comentarios: