Madrid- La reforma constitucional ya ha sido aprobada por la Asamblea      Nacional venezolana. No se hará efectiva hasta que no se vote el próximo 2      de diciembre en un referéndum. Se han cambiado 69 artículos de los 350 que      tiene la Carta Magna venezolana de 1999. La opinión pública ha despertado      al conocer que finalmente, entre los artículos aprobados, se encuentran el      que permite la reelección presidencial indefinida y el que contempla la      figura del «estado de excepción». El Ejecutivo lo puede decretar en      condiciones que considere de gravedad para el país, con una limitación de      la libertad de información.
   En este apartado, Marcel Granier es      un experto. Hugo Chávez le cerró su cadena de televisión, RCTV el pasado      mes de mayo, al no renovarle la licencia. Por supuesto, si Granier era ya      en emisión su gran opositor, ahora sin «prime time» lo es mucho más.      Granier compartió con LA RAZÓN su visión sobre Venezuela. El nuevo texto      constitucional tiende hacia la «hegemonía comunicacional» que recuerda más      a los totalitarismos del siglo XX que al citadísimo «socialismo del siglo      XXI».
   ? Libertad de expresión. «Está muy vapuleada» comenta      Granier. En primer lugar porque «hay autocensura». No hay libertad      mientras existan «medios, periodistas, artistas... amenazados por su forma      de pensar». En segundo lugar, ha habido un «aumento considerable de la      publicidad gubernamental». Y en tercer lugar, se ha incrementado aún más      el tiempo dedicado para el discurso del presidente. «El 30 por ciento de      emisión de los canales venezolanos está dedicado a los discursos de      Chávez. Horas y horas de propaganda, simultáneamente en todas las      cadenas». Con respecto a la reforma, es tajante: «La palabra pluralismo no      aparece en la Constitución».
Mas ácido: La Razón (España)
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